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En este ensayo adaptado de la charla que la autora dio hace unos años ante la Organización de las Naciones Unidas, Chimamanda nos cuenta de una manera sencilla sus experiencias con el concepto del feminismo. Comienza relatándonos sobre su infancia en Nigeria hasta su actual vida laboral en Nigeria, y cómo el concepto de feminismo estuvo y está mal vista.
Con un toque de humor, y un estilo directo y sencillo, la autora sabe exponer diferentes experiencias machistas tanto propias como de otras personas, que perjudican tanto a hombres como a mujeres, y la ceguera de la sociedad ante ese machismo. La desigualdad laboral que sufren muchas mujeres a lo ancho del mundo y los estereotipos que ambos sexos aún se sienten obligados a encajar. Con ejemplos que todo el mundo entiende nos expone su punto de vista de un tema que, queramos o no, atañe a todos.
Es cierto que, aún hoy en día, el feminismo se compara con el machismo; lo que hace creer a muchos que el feminismo solo es la subordinación del hombre ante la mujer. Sin embargo, en las primeras páginas de “Todos deberíamos ser feministas” nos aclara esta confusión. El feminismo simplemente es el movimiento que busca la igualdad sistemática, legal y social de las mujeres y los hombres. Pues a media que la mujer encuentra su libertad dentro de un patriarcado que la acorrala y la empuja al abismo, el hombre encuentra su libertad en la misma sociedad que le hace cumplir una serie de estereotipos masculinos imposibles de lograr.
El libro de Chimamanda es un buen comienzo para hacerte reflexionar sobre la desigualdad de los derechos y libertades entre los hombres y las mujeres. Es un libro muy corto y muy sencillo de leer, sobre todo para aquellas personas que nunca han leído sobre ello.
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